¿Creéis que os van a levantar el castigo? ¿Creéis que porque
ahora subáis stories demostrando lo bien que lo hacéis todo, lo buenos que sois
os vais a librar de esta? Ojalá que no. Ojalá os entre en la maldita cabeza y
en vez de seguir mirándoos vuestros ombligos os fijéis bien en lo que hacéis.
Seguimos exactamente igual de ignorantes y de estúpidos.
Seguimos creyendo que de repente va a llegar una vacuna y ya está. Nuestra
mirada puesta en esa esperanza absurda. Cómo somos. Seguimos creyéndonos
mejores que nadie. Pensamos que mamá Tierra un día eliminará el virus, cuando
llegue el calor. Mientras tanto nosotros sigamos saliendo a la calle, sigamos
pasándonos por el forro las recomendaciones de nuestros amigos los chinos,
sigamos saliendo a la calle, a las terrazas, a los balcones a aplaudir porque
está claro que es lo que hicieron ellos. Sigamos con nuestro modelo económico
basado en el más y más. Nuestras políticas de privacidad impiden que seamos
coherentes porque como ya escribí una vez, prima más la justicia que el amor.
Todavía me siguen llegando videos de, pensad en ese momento, cuando todo esto
acabe lo felices que seremos. ¿Pues sabéis lo que os digo? Una pequeña parte de
mi es feliz así. Diminuta, pero es a la que me agarro. Viendo cómo algo tan
minúsculo nos pone en jaque. Si ser felices implica volver a coger uno de
nuestros 20 coches a diario. Si ser felices implica ganar 10 en vez de 1 cuando
podría vivir 5 vidas seguidas con lo que tengo. Si ser felices implica seguir
viviendo por encima de nuestras posibilidades. Contaminando, destrozando
océanos, contaminando nuestro planeta. Tirando basura al suelo. Si ser felices
implica que cada uno vaya a su bola sin ceder asientos en metro, desconfiando
cuando un desconocido nos saluda, si ser felices implica que lo mío es mío y
punto. Me da asco. Y por esa pequeña parte (que no va a cambiar cuando esto
acabe) me alegro.
Tenemos que esperar a que venga “el señor que manda” a
decirnos que no salgamos de casa. No debería hacer falta que se nos impusiera
el confinamiento. Y aquí me incluyo, porque si no lo dice, no me habría
planteado esta posibilidad. Pensad en china, lo que hicieron e imitar. Así de
sencillo. Pero claro, confinarnos aquí no se puede. En nuestra super sociedad
occidental. La GRANDIOSA Europa, nuestra picaresca española. Soy español, ¿¿a
qué quieres que te gane?? Pues mira, sí. A porcentaje de población infectada, a
número de fallecidos. Y así nos va.
Por no hablar de una economía obsoleta, que podría haber
sido un sistema perfecto de no haber sido por el de siempre, el humano. Una
economía que promueve el ganar hasta más de lo sanamente calculable. Una economía
en la que se premia el esfuerzo sí, pero también al estafador, al pillo, al
ladrón, al poderoso por encima del trabajador, currante que se desloma para
sacar adelante una familia cultivando la tierra o pensando en el de al lado.
Claro que aquí no se puede hacer lo que hicieron en china,
porque nosotros estamos a otro nivel. Somos mejores. Aquí que se usen nuestros
móviles como medida de control es malo, y ni en una epidemia de este tipo somos
capaces de bajarnos los pantalones y darnos cuenta de cosas tan sencillas como
que la tecnología está a nuestro servicio. Y no solo para meter bulos o para
demostrar lo “guays” que somos. Sino para buscar información, para usar una
aplicación que detecte cuando entramos y salimos de casa (porque es obvio que
de la coherencia se puede confiar).
Creo que no estáis aprendiendo una mierda de esto. Como no
lo hicisteis con las anteriores crisis. ¿O acaso alguien cambió su
comportamiento con la crisis del 2008? (ébola, gripe A) Creo que cuando habláis
de que todos saldremos reforzados de esto, mentís. Porque hoy mismo, he vivido
otro episodio de egoísmo. (El Ayto. de mi pueblo desvía 30k€ de eventos
taurinos a las facturas del agua de los empadronados aquí) Porque cuando hay
que poner la mano para que caiga algo todos somos los primeros, ricos y pobres.
Porque cuando me habláis de que es hora de reflexionar y de recapacitar, de
nada sirve si no reflexionáis o recapacitáis en la dirección correcta. Si
seguís tan ocupados con vuestros móviles o con vuestras nuevas rutinas, de
yoga, deporte en casa, conciertos, aplausos, sesión de fotos, resolviendo
acertijos, continuando una cadena de fotos antiguas, o meteros el dedo en la
nariz. Porque para recapacitar, lo único que hay que tener es cerebro y tiempo.
De lo segundo ahora podríais ir sobrados.
Aún leo que cuanto antes nos encerremos, antes saldremos de
esta. Y siento deciros que eso no es del todo cierto. Aplanar la curva creo que
consiste en no saturar el sistema en que el mismo número de infectados se
esparza en el tiempo. Si 1000 personas son atendidas en 1 día, hay menos agobio
si se atienden 500 en dos días. Pero bueno, otra de las cosas preciosas de
nuestra sociedad es la manipulación y el engaño. Igual a algún sanitario le
gusta ver que le aplaudís. Pero estoy seguro de que cambiarían todos esos
aplausos con tal de que no os volváis a quejar cuando estéis hospitalizados. Así
de hipócritas sois, aplaudimos por likes para quejaros cuando es vuestro turno
de sufrir en un hospital.
Igual ya he perdido la cabeza, pero me gusta la imagen de africanos
disparando los pocos que consiguieran saltar por encima de esas concertinas,
que nosotros, desde nuestra supremacía antropomórfica colocamos. Me encanta ver
cómo algo tan minúsculo acaba con toda nuestra grandeza. El problema es que se
está yendo quien no se lo merece. Esa pobre gente que han tenido toda su vida
deberes, que han luchado lo que no está escrito (sí, luchado de verdad) para
sacar a sus hijos y a nosotros adelante. Pasando hambre y penurias mil por una
maldita guerra entre… ¿Quién? Repitan conmigo, el maldito ser humano. Que
tenemos cosas buenas, no lo discuto, pero últimamente solo veo maldad y
asquerosidad entre los de nuestro género. Un hombre me pide una patata de mi
bolsa en el metro. Accedo, y me deja la bolsa medio vacía (avaricia). Pero lo
cojonudo de esto, es que, a ojos de compañeros, el que lo hizo “mal” fui yo por
ofrecer. Y de estas, tengo unas cuantas
Incluso en estos tiempos donde se supone que tenemos que ser
solidarios. Esos pocos ignorantes que siguen siendo detenidos por salir a la
calle, por reuniones clandestinas, por montar orgías. No deberían morir
nuestros abuelos, ojalá les quedaran otros 60 años de vida a cada uno para
disfrutar de lo que sembraron. Tampoco deberían morir los estúpidos que salen,
en mi opinión deberían morir todos los conocidos de esa gente y que sintieran
de verdad lo que es la solemnidad del puto aislamiento que no están cumpliendo.
Porque al final, hay que tratarlos como lo que son, niñatos desde los 14 hasta
los 60 años, que sólo aprenden si se les castiga.
Fdo: Adolf
Hitler Pölzl