(...) SI (...)

Empiezo a escribir sin nada pensado y así quiero que sea, porque lo que salga, saldrá de otro sitio. Ese sitio que has conseguido coronar y conquistar sin ningún esfuerzo, porque me he abierto en canal. Me entrego a ti a pecho descubierto, sin más intención que la de ofrecerte mi corazón. De donde saldrán las siguientes palabras (por si no había quedado claro).

Muchas veces me preguntas que por qué te quiero, y es que mi abuela decía: te quiero porque te quiero. Porque me sale del alma.

Y es que realmente así lo siento. Noto ese hormigueo, esa necesidad constante de estar contigo y compartirlo todo, sin necesidad de responderme a la pregunta de por qué. Porque la respuesta sería mágicamente, porque sí. Porque me sale. Y, como a ti también, podemos celebrar el porque sí de lo nuestro.

Y es que, qué bonito es el SI. Tú tan S y yo tan I. Tú tan de dar vueltas, tan de curvas, de ir y venir, de girar, con tu trazada divertida para ir de abajo arriba y avanzar. Con tus altos y tus bajos pero al final llegando al mismo sitio. Y yo tan recto, tan estirado y tan largo. Un maldito palo que va en la misma dirección que la s. Y los dos formando rotundamente la palabra de afirmación. Confirmando la unión y como conector de cualquier frase condicional. (Te besaría SI estuvieras aqui). Pero como más me gusta y creo que como mejor nos define es dejando la frase abierta en un, y si...

(Que entrará en esos puntos suspensivos? Me encanta ese y si..., porque entra cualquier cosa. Se permite cualquier futuro y posibilidad en esos puntos.)

Me hacen sentir libre.

Y si para empezar te digo lo que me gusta de tí?.

Pues por ejemplo que juegues conmigo a completar todos esos y sis. Que seas la S y que permitas que la i esté a tu lado. Me encanta tu humor y tu cariño. Tu inteligencia y lo jodidamente lista que eres. Me gustan tus gustos (viajar, salir, leer, bailar, Estopa, la sopa que rima con Estopa), tus disfraces y tu lado seguro y el aventurero y el friki. Me encanta que seas tan camaleónica y que te adaptes tan rápido y tan bien a cada situación. Tú saber estar. Me encanta que veas el mundo tan parecido a mi, y que desde nuestro trono, critiquemos a la plebe. Me gusta cómo has salido del nido. Me encanta que seas capaz de distinguir entre el bien y el mal. Que ames a tus amigos y que seas capaz de entregarte en cuerpo y alma al disfrute, mientras estás con ellos. Tus bromas (y lo graciosa que eres), tu sonrisa casi tanto como tu risa. Lo cariñosa, carismática y agradable que eres. Lo honesta y noble. Tu sinceridad e incluso tu dificultad para decirme las cosas en persona (ha acabado por hacerme gracia y disfrutar de conversaciones por wssp). Lo patosa que eres y que podamos reírnos de nosotros mismos. Lo amable y lo bien educada que eres. Tus regalos, todos. Los chorra, los serios, y los íntimos. Lo competitiva que eres, nunca he conocido a nadie que quiera ganar a toda costa pero que a la vez se lo pase bien si no lo consigue. Tus besos, tus caricias (podía meterlos en regalos) incluso tu forma de dormir me gusta. (La cantidad no. Porque me gustas más despierta que dormida)

Me gusta tu cuerpo, tus manos, tus pies, tus ojos y tus pómulos. Tus cejas, tu flequillo, tu pelo largo y corto, tu cuello, tu frente, tus ojos, tu boca... Espera. Tardo menos diciendo qué no me gusta de tí. Y ya entiendes tú que todo lo demás me gusta.

Después de... Unos 10 min pensando, puedo asegurar que lo que no me gusta de tí son tus mocos y algún que otro pedete oloroso. Tu jefe tampoco me gusta, ni Astarion.

Lo bueno, es que todo lo bueno, lo tienes ahí en la coctelera de tu cuerpo, cada ingrediente en su justa medida haciendo que el conjunto esté súper rico. Has equilibrado una balanza que estaba muy desequilibrada en mi. Has conseguido llenar un vacío que creía no volver a llenar. Has conseguido que quiera recorrer contigo ese camino que me has presentado y me siento el tío más afortunado del mundo por permitirme hacerlo. 

Si. Me gusta conocer como eras. Si. Aprecio mucho como eres. En quién te has convertido. Y por supuesto que sí, tengo muchas ganas de saber cómo serás y en quién te convertirás en las próximas etapas de tu vida. Solo quiero ser el espectador de tu vida, manteniéndote como protagonista de la mía. 

Así que, como no sé, cómo cerrar este texto, ¿Qué te parece si...