................................................

viernes, 21 de octubre de 2022

Días en Venecia

A parte del principio y el final de estos 3 días, todo fue un poco parecido. Así que esta vez, más que describirlo todo contaré, cómo veo yo Venecia.


A Venecia como tal llegamos de noche. Y nos resultó extraño porque el bus, nos dejó en una especie de "polígono a las afueras". Mirando el Maps, seguimos el único carril que había hasta el primer canal. Seguía sin parecer Venecia. Porque es cierto que ya veíamos el primer puente con su "río" correspondiente. Pero la sensación que teníamos era de algo más. Hasta que no entras bien bien en Venecia, no eres consciente de donde estás. A no ser que salgas desde la estación de tren, que tienes una espectacular vista de algo más parecido a Venecia. O de la idea que uno tiene de Venecia. Con su agua, sus góndolas, vaporettos etc.


Lo cierto es que nosotros seguíamos entrando en Venecia, de hecho nos sentamos a tomar una pizza en el primer sitio que vimos y la primera impresión fue mala. Ambiente de fiesta de las 2 de la mañana a las 20 de la tarde. 


Una vez empezamos a andar, nos dimos cuenta de que la tónica era esa, pero sólo en esa zona. Cerca de donde salen los buses y taxis para Mestre. 


Para mi Venecia es muy diferente a cómo la tenía en mente. Venecia es diferente a cualquier sitio. Es un pueblo muy grande, y digo pueblo porque no tiene la estructura de una ciudad. El hecho de que se haya mantenido la distribución de las calles desde la edad media, hace que realmente te pierdas. Para mi, lo que mejor define Venecia es la palabra laberinto para turistas. Una cantidad de callejuelas estrechas que se entre cruzan y hacen que te desorientes, llegando en muchas ocasiones a callejones sin salida. Sin salida realmente porque tendrías que nadar para seguir avanzando. 


Para mi es muy contradictoria porque igual que digo que me encantó, podría decir que la detesto. Empiezo con los puntos negativos. Por ejemplo, como de costumbre, hay muchísima cantidad de gente, eso hace que no luzca. Y digo esto, porque cuando no tuvimos tanta gente alrededor fue cuando más nos gustó. 


Luego, todo se basa en el turismo. Creo que es el sitio donde más tiendas de souvenirs he visto por metro cuadrado. Si no hay 200 no hay ninguna, en un espacio super reducido. Además con la excusa de "soy Venecia" es todo super caro. Está todo pensado para que te dejes un pastizal. Tanto es así que un café en la plaza de San Marcos te cuesta 18 euros. Los hoteles están por las nubes. Aquí todo está pensando para que consumas, igual que en las Vegas, pero las Vegas están pensadas para que te dejes la pasta en los casinos, aquí en cada rincón. Pero como es Venecia ... 

Siguiendo con las tiendas de souvenirs, abusan. Abusan del cristal de "murano" y las máscaras "venecianas", y lo pongo entre comillas porque el 80% son en realidad de otro sitio. Del chino. Haciendo que dudes de lo que estás comprando. Un pinocho de madera de unos 20 cm de alto 80 euros. Pero como es Venecia ... 

La comida, sin duda el peor sitio de Italia para comer de los que pisamos. Fuimos a sitios recomendados y a parte de carísimos, con una calidad... Bastante cutre. Intentamos comer barato, pero incluso la comida rápida, o las famosas tapas venecianas, bastante insípidas. Y por no hablar del restaurante donde nos sentamos, rodeados de gondoleros. Aquí se debería comer bien. Pues si, ni de lejos lo mejor que comimos en el viaje. Bueno igual los postres si. Caro, pero como es Venecia...

Hablando de gondoleros. Me parece un capricho de pijos. El paseo en góndola por los canales de Venecia, te cobran 80 euros los oficiales, y creo que es lo más parecido a la esclavitud que he visto. Ganan una pasta si, pero es que la gente que vi montando en góndolas no bajaban de niñ@s pij@s de papá. Desde los 16 hasta los 50 años. Subidos con sus gafas gigantes que les ocupan media cara, sus pintalabios estrambóticos y por supuesto sus iPhones 18 para disfrutar plenamente la experiencia a través de una pantalla. Mientras el gondolero, forrandose, remando para que después puedan verse en Instagram. Además, los canales están tan pegados de gente, que no creo que tengas tranquilidad en la góndola, vas por debajo de los puentes si, pero es que también hay más góndolas que se cruzan. Lo dicho un psotureo máximo para salir en la foto, tanto propia como la del resto de turistas. Pero como es Venecia...

Es pequeño, ciertamente es pequeño, pero se hace grande porque como no vas a ningún sitio en concreto y no puedes ir en línea recta, igual te encuentras a las 22 de la noche a la otra punta y no hay más opciones que recorrerte toda Venecia andando para llegar al punto donde hay carretera. Con que estés en el centro, es una hora de caminata. 


El olor y la cosa de las inundaciones. Huele, si. Es cierto que ALGUNOS canales huelen mal. Yo no sé si a desagüe o como a humedad rancia. Pero el 70% de Venecia no huele mal. Y las inundaciones, por lo visto es algo de lo que tendrían que avisar más. O al menos decir el porcentaje de días que se inunda Venecia. Según la guía, más de 250 días al año de media suelen tener el Aqua alta. Los venecianos lo saben y salen con catiuscas además de preparar tablas elevadas a modo de pasarela.


Y por seguir con el tema de expectativa/realidad ... Ni mucho menos es una ciudad donde haya que ir por el agua. Quiero decir, hay canales, si. Hay 200 puentes, si. Pero la gran cantidad de tiempo estás en calles y plazas como en cualquier otro sitio. Hay un gran canal principal, que es bastante incómodo porque sólo tiene cuatro puentes y hace una forma de S atravesando Venecia de norte a sur. Lo que quiere decir es que tienes que ir a uno de estos puentes si o sí para cruzar. Son grandes ciertamente, pero se petan de gente y si estás de camino hacia algún sitio, seguramente tengas que dar un rodeo para cruzar por uno de ellos. 


Vamos con lo bueno. Me encantó. La sensación de ir caminando y perderte es genial. Se pierde hasta Google Maps, que te hace cruzar por mitad de un canal a nado. Parece que no ha pasado el tiempo, y es que por lo visto hay una ley que les impide reformar las fachadas. Por lo tengo la mayoría tienen ese aspecto de abandono de hace nose cuántos siglos. Eso hace que vayas caminando y realmente pienses en tiempos pasados. Imaginar lo que tuvo que ser la peste allí. O como la gente iba con sus capas, espadas y gorros entre sus callejuelas. Películas de duelos a muerte, sensación de vivir la época medieval o pensar en mercados coloridos con materiales de asia. Es precioso.


Además, lo quieras o no, algún canal te vas a encontrar. Diría que no puedes dar 200 pasos sin cruzar un puente y cada uno es distinto. Cómo no hay algo que ver (ok la plaza de San Marcos y el puente de los suspiros) paseas por el placer de pasear. Y ya si te vas del centro hasta el barrio Norte, se respira vida. Se respira lo cotidiano de sus gentes, con ropa tendida y viviendas con tranquilidad. A dos pasos un canal precioso. Al otro lado el final de Venecia donde te asomas y ves el mar (o la laguna) con sus gaviotas, sus barcos y su brisa. 


Las máscaras venecianas es de las cosas artesanas que más bonitas me parecen. Las hay de todo tipo pero cuando llevas allí tres días ya sabes distinguir las originales de las que no lo son. Una pura obra de arte. Pasear, y sentir la necesidad de parar en cada escaparate a ver si hay algo diferente mola un montón. Igual que el cristal de Murano, verdaderas obras de arte con colores que se funden en degradado, formando jarrones, animales, vasos o piezas decorativas de cualquier tipo con un estilo únicos. A mi me sorprendió al menos. No lo conocía. Y se nota el mimo y la calidad de cada pieza. 


Creo que al final lo que buscas en Venecia es la belleza de sus canales. Y de eso tienes para rato. Es algo único que parece decir, eh! Hazme una foto. Cada canal, cada puente es único. Y no solo eso, sino que cada hora del día tiene una luz diferente y hay algo diferente en el agua. Las góndolas, estilizadas negras y doradas (por la peste por lo visto) con sus tantos metros, y su paso lento y calmado. Los vaporettos, llenos de gente con la cubierta oxidada de la batalla que llevan. Los originales, carabinieri, ambulancias, bomberos! Basureros, transporte (Amazon DHL correos etc) todo va en barco. Y es curioso de ver.


El atardecer desde San Marcos viendo la catedral de la isla de enfrente o el paseo del parque es una sensación muy única. E insisto. Las calles. Ese querer llegar a un sitio y no poder. Decir, yo quería ir un poco más a la izquierda (porque no sabes dónde está el norte o el sur), intentar ir un poco más a la izquierda y decir, no! Me he pasado. Este es el canal, pero me he ido demasiado. Un poco más a la derecha. Nunca me había encontrado algo así, y sin gente mola muchísimo. Avanzar por una calle y hasta que no llegas al final, no sabes si hay camino a la izquierda, a la derecha o tendrás que volver. Mirar para arriba y ver solo edificios de 3 o 4 pisos añejos, que te rodean y te abrazan, sabiendo que son mucho muchísimo más viejos que tú y que 5 generaciones más que tú. Saber que eso mismo lo ha visto tanta y tanta gente, me parece increíble. Es, un lugar al que volver sin duda, porque nunca te quedas conforme. Sabes que detrás de cada calle puede haber otra plaza u otro canal más bonito que el anterior.


Además nos quedamos con las ganas de ir a Burano. El último día cogimos el tiquet del vaporetto para todo el día. Mira, ya no andamos más! Estamos cansados. Y queríamos ir a una isla super bonita, con casas de colores muy saturados y bastante más tranquila que Venecia. Nos quedamos a medio camino, en la isla de Murano que tampoco está nada mal. Eso sí, mucho menos vistosa, pero con más fábrica de vidrio. Se respiraba ese aire a trabajadores en casa esquina. Con naves de ventanas altas para tener que pagar por ver cómo mueven el vidrio sus gentes. La cosa es que nos paramos a hacer alguna compra y el vaporetto se llenó. Una cola bastante grande nos dejó en tierra y decidimos volver para Venecia a despedirnos.


Lo dicho, amenazo con volver, no sé si en carnavales (porque sí, MUCHA gente disfrazada, pero poca con trajes venecianos) o en cualquier otro momento. Antes de que el calentamiento global. El mar, borre ese encanto que ahora le está dando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario